Descripción
A sus 39 años, Humberto Akabal vivía a salto de mata como obrero textil. Estaba todavía lejos de ser el consagrado poeta kiche cuyo fallecimiento prematuro en 2019 consternó a sus lectores en Guatemala y el mundo.
En aquel año de 1991, su encuentro afortunado con Catherine Vigor resultó en el extenso testimonio que el lector tiene en sus manos.
Aunque sus lectores conocen bien la obra de Humberto Akabal, les hacía falta, hasta ahora, «saber cuál era la fuente profunda de su inspiración, en qué terruños se habían desarrollado las raíces de su obra, de qué experiencias interiores procedían. En este testimonio, responde él mismo a estas cuestiones en capítulos a veces dramáticos».