Descripción
Las grandes tragedias de Shakespeare que aquí presentamos se hacen eco de las ambigüedades morales que residen en las más abisales y tortuosas profundidades de lo humano. No es casual que los personajes que las protagonizan, rompiendo las tenues barreras espaciales y cronológicas urdidas por nosotros, hayan venido a convertirse en arquetipos de pasiones, actitudes y deseos que, de alguna manera, resisten todo intento de reducción o explicación única y específica. Los evanescentes y vaporosos límites entre lo bueno y lo malo, lo lícito y lo ilícito, se ven superados por la laberíntica complejidad de los dramas de figuras como Ricardo III, Julio César, Hamlet, Otelo, Macbeth, el rey Lear o Coriolano.