Descripción
Isaiah era de Samuel y Samuel era de Isaiah. Había sido así desde el principio, y así habría de ser hasta el final. En el establo cuidan de los animales, pero también el uno del otro, transformando la construcción hueca en una fuente de intimidad y esperanza en un mundo gobernado por crueles patrones.
Con un sublime lirismo Robert Jones Jr. evoca con pasión las voces de amos y esclavos por igual, desde las de Isaiah y Samuel hasta las del calculador patrón. Los profetas va revelándonos con maestría el dolor y el sufrimiento que supone el legado, aunque también hay hueco para la esperanza, la belleza y la verdad en el retrato que hace del poderoso y heroico poder del amor.