Descripción
Ser sincero con los amigos, ser sincero con la pareja, consiste en advertirles de los cambios que experimentamos en los ámbitos del pensamiento y el sentimiento. A veces, nos duele lo que pensamos y sentimos, pero ¿evitaremos decirlo porque no nos gusta? ¿Qué validez tiene aquel vínculo si tenemos que esconder lo que sentimos y pensamos? No siempre tenemos la fuerza y el vigor necesarios para controlar el flujo mental, aun menos el río de los sentimientos. En ocasiones, afloran pensamientos terribles, destructivos, llenos de amargura. Circulan también sentimientos negativos que corroen el equilibrio y el bienestar emocional: los celos, la envidia, el rencor, el miedo, la impotencia, la ira. ¿Dejaremos de comunicar lo que sentimos?