Descripción
Las relaciones pueden ser nuestra mayor fuente de alegría y nuestra mayor fuente de dolor. Cada relación tiene sus problemas, pero aquellas que funcionan son aquellas en las que trabajamos constantemente. Las dificultades no son una señal de un mal matrimonio o de una ruptura inminente. Los desafíos son una señal poderosa de que la relación debe evolucionar y son un llamado a reconectarnos con algo más grande, a evolucionar y amar más profundamente.
El amor no es algo que debamos encontrar, acumular o proteger. Es algo que poseemos inherentemente, y la única forma de recibirlo por completo es dándolo. Tenemos que deshacernos de nuestros conceptos erróneos sobre lo que es una relación para aceptar lo que en realidad puede llegar a ser.
Repensar el amor enfatiza el asumir la responsabilidad de la calidad de nuestras relaciones mientras ofrece caminos prácticos hacia soluciones inmediatas y duraderas para mejorarlas. Toda persona es digna de ser amada y cada relación tiene el potencial de traer realización duradera.