Descripción
Quien sepa que el nacer y el perecer son de igual significación se salva de la muerte por el sucumbir y se vuelve inmortal por el nacer. No hay muerte más sublime, que la vida trae, no hay vida más noble, que la que de la muerte nace. Dios mismo, para vivir en ti, deberá morir: ¿Cómo piensas, sin la muerte, su vida heredar? Los místicos, como por ejemplo Angelus Silesius, también conocen el misterio de la vida, la muerte y la eternidad.