Descripción
Argumenta que la doctrina cristiana que conocemos hoy en día tiene poco o nada que ver con las enseñanzas originales de Jesús, sino que es el resultado de las ideas impetuosas del visionario Pablo, y la conjunción afortunada y oportunista de mitos, religiones y circunstancias sociopolíticas únicas que permitieron que el cristianismo eventualmente se convirtiera en la religión oficial del Imperio Romano Tardío.