Descripción
.Aunque no me lo ha dicho, adivino que Florencia extraña a los hombres de Gabo, esos sujetos que siempre están haciendo negocios, o guerras o inventos, o fornicando como Dios manda, pero extraña más a sus mujeres, esas criaturas que tejen y traman, cocinan y conspiran, aman y filosofan (la filosofía es una asignatura femenina en Gabo). Son caracteres mucho más complejos que los masculinos, que están hechos de una sola pieza. Tal vez fue por esto que Florencia se enamoró de las mujeres de Gabo, de la bondad de Úrsula, moviéndose con los ojos de la memoria para ocultarles a sus hijos que está ciega, y ahorrarles la pena; del coraje de Rebeca, capaz de soportarlo todo, incluso la soledad; de Remedios, inocente de su peligrosa belleza; de Amaranta, una ternura infinita envuelta en mil capas de envidia; de María Fernada, la inútil y culifruncida aristocrática que un día será capaz de remplazar a la mismísima Ursula.