Descripción
La muerte no es el final de la vida, es solo el final de un ciclo que continua en otros planos para un renacimiento futuro, siempre en mejores condiciones que las anteriores, dependiendo claro de nuestro desenvolvimiento previo. Desde que nacemos empezamos a morir; la cuenta regresiva se inicia y no termina hasta concluir con el tiempo que se nos asignó o que supimos escoger en base a nuestros méritos. Al ser una iniciación, el reconocimiento de una expansión de conciencia adquirida y merecida, la muerte debe encontrarnos realizados o en proceso de realización, de tal manera que debemos procurar vivir la vida con intensidad, pero a la vez con un sentido profundo. Nuestra vida es importante en la medida en que es útil, pero no solo para nosotros sino para los demás y para nuestro entorno.