Descripción
Imagina que entras en una galería de joyas con vitrinas repletas de piezas sorprendentes, elaboradas por manos creativas de más de veinte países distintos. Han pasado más de sesenta años desde que la frase los diamantes son el mejor amigo de una mujer sonara por primera vez en los escenarios de Broadway. Curiosamente, los diamantes fueron una señal de poder reservada a los hombres hasta el siglo VX cuando la amada del monarca francés Carlos VII, Agnés Sorel, rompió con la norma al aparecer en público engalanada con un diamante pulido.