Descripción
Era un hombre de rostro sereno que vestía infatigablemente traje y corbata. Su ceguera se apoyaba en un bastón pulsado por manos de poeta. Concibió libros admirables cuyo destino fue dar más luz a la literatura. Escribio un poema en que lamentaba no haber sido feliz y donde afirmaba que siempre lo persiguió: La sombra de haber sido un desdichado. Sin embargo, ese personaje distante en apariencia prodigaba alegría cuando conversaba. Roberto Alifano, amigo y colaborador de Borges, reúne un conjunto de episodios en los que el escritor despliega un humor radiante y una ironía puntual. Sus comentarios y afirmaciones, que parecen demostraciones de incredulidad y extrañeza -una frase frecuente en su plática es: ¡Qué raro!-, están teñidos de observaciones festivas que revelan a un hombre al que muchas situaciones divertían. El humor de Borges es una antología de la inteligencia y la gracia que, como dice Justo R. Molachino, «nos muestra a un escritor diferente: travieso, incisivo, divertido, que enriqueció la literatura del siglo XX»