Descripción
Con la aparición del GPS, el mundo dejó de perderse. Pero nosotros aún seguimos perdidos. En nuestra cabeza, los problemas de desorientación no se terminaron. No siempre vamos en la dirección en la que queremos y a veces ni siquiera sabemos en dónde nos encontramos o si estamos yendo por el camino adecuado. Pero no siempre es fácil cambiar. Los pensamientos suelen ir para un lado y las emociones para otro. A veces ni siquiera comprendemos por qué queremos una cosa y hacemos lo contrario o por qué sentimos y pensamos distinto sobre un mismo tema. La mayoría de las veces esto sucede porque desconocemos cómo funciona la fórmula mente-cerebro. La mente tiene dos grandes ventajas: 1- puede observarse a sí misma. 2- y cuando cambia, el cerebro la acompaña. Pero también tiene dos grandes desventajas: 1- si la dejan sola, hace lo que quiere. 2- y su compañero de ruta, el cerebro, es vago. Si nos decidimos a tomar el mando y a ser más astutos que nuestra mente, podemos convertirla en nuestra mejor aliada. Pero si la dejamos librada a su antojo, puede llegar a transformarse en nuestro enemigo más temible. Vivimos según el mapa mental que nos hemos construido, repitiendo incansablemente la misma ruta. Es hora de ponernos a trabajar en el trazado de nuevos caminos para resignificar nuestras vidas y recalcular nuestros pasos. ¡Adelante!