Descripción
Marzo, 2017. Durante tres, cuatro semanas seguidas, vamos a la casa de Isabel. Estamos ahí para platicar con ella, para escuchar sus palabras-fuego, para observar la intensidad de sus gestos, para imaginar juntos este libro. Hicimos planes y trazamos rutas, y el proyecto comenzó a gestarse de manera natural. Los planes se acomodaron de acuerdo a su propia lógica, y los tiempos y las palabras se asentaron hasta completar esta reunión de voces que intentan decir algo de la tremenda furia de Isabel Ruiz, de su obra-incendio que brota como flor de sangre que se quema en el brasero y flota sobre los restos del país que compartimos.