Descripción
El ritual de la escritura emerge en medio de los escombros, de las ciudades que viven en
los ojos, de recipientes de tiempo y Deterioro, todo aquello que es indispensable para vivir
y para morir, la precisión quirúrgica de la condición humana.
La urgencia del poema es evidente: encontrar lo elemental, lo humano, el sitio donde todo
se convierte en un punto de densidad infinita, la desembocadura de la lucidez. Para Rocío
Soria el acto de vivir pende de algo parecido al amor, la infancia, el desamparo y todos los
factores primos de la existencia, indivisibles excepto para sí y para uno mismo. La voz de
Rocío Soria es, en definitiva, una patria para recostar el corazón.
