Descripción
El libro aplica el concepto de capital social a la gestión de organizaciones buscando un desarrollo sustentable, basado en capacidades humanas y actitudes solidarias de sus miembros, antes que en las relaciones de fuerza o los intereses individuales. El capital social se explica como una capacidad para trabajar mediante una red de relaciones de colaboración, caracterizadas por la ayuda mutua, confianza, credibilidad y compromiso con ciertas creencias tras un proyecto compartido sobre bases de equidad. Lazos de reciprocidad que perduran en el tiempo, no para obtener ganancias en el intercambio sino basados en la afinidad de ideas respecto de un proyecto aceptado. Un proyecto que respeta valores éticos y expresa la responsabilidad social de la gestión en su contexto. No es la asociatividad en sí misma o el hacer juntos como mecanismo de defensa o forma de mejorar la productividad. El capital social es un rasgo cultural, formado por interacciones sostenidas en el tiempo, donde los procesos educativos son esenciales. Rasgos que no surgen de manera espontánea ni se imponen desde el poder como parte de una estrategia directiva. La capacidad de asociar esfuerzos es limitada en un ambiente de dominación o lucha competitiva, pensando solo en la eficacia. Porque el capital social de una organización, supone compromiso voluntario, interacción confiada y actitud solidaria. Refiere a un entramado o tejido social con fines constructivos, buscando el bienestar general y una mejor calidad de vida en la organización. En ese sentido es una filosofía de gestión. El enfoque del capital social promueve bases de consenso para la amplia comunicación e integración de conocimientos y así atender con mejores posibilidades las demandas de un entorno incierto y cambiante.