Descripción
La mujer y el concepto de Dios han sido fundamentales para el progreso de la sociedad, pero su historia difiere de lo que nos han contado. La mujer prehistóorica no estuvo sometida al varón sino que, por el contrario, las comunidades de nuestros antepasados dependieron de su triple función como procreadora, organizadora o productora. Los conocimientos arqueológicos, históricos y etnográficos actuales demuestran, además, que desde que comenzamos a evolucionar como homínidos hasta el inicio de la agrícola, el desarrollo de las estructuras psico-sociales y de los adelantos técnicos que posibilitaron la civilización fueran obras de mujeres. La documentada investigación que se plasma en este libro aporta respuestas coherentes a preguntas trascendentes y hará ver de otro modo a la mujer, al hombre y a Dios.