Descripción
A medida que crecemos suele ir instalándose en nosotros el hábito de enfocarnos en todo aquello que no funciona, los defectos y las debilidades. A la vez se nos va haciendo más difícil valorar y disfrutar de las personas y las cosas que nos rodean. El desarrollo de las habilidades apreciativas es una invitación a recuperar capacidades como el asombro, la benevolencia, las fortalezas, las oportunidades y la abundancia. El gran desafío consiste en rescatar lo valioso del mundo real, sin engaños ni idealizaciones.